y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua esta puesta entre nuestros miembros y contamina todo el cuerpo, he inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningun hombre puede domar la lengua que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que estan hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
St 3:6-10
jueves, 18 de marzo de 2010
Cuidado con lo que decís
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